Sierra de Albarracín.

Comarca a cuyos límites se suelen añadir, por razones históricas y geográficas, la villa de Gea y las pequeñas poblaciones del valle medio del Ebrón (Alobras, Tormón, El Cuervo y Veguillas de la Sierra). La cabeza de partido judicial de Albarracín le fue otorgada en 1.833, y en total abarca un territorio de 1.500 km2 aproximadamente que incluyen una población de 6.000 habitantes, siendo el propio Albarracín el único municipio que supera el millar de habitantes. Su principal fuente de ingresos reside en la ganadería y la explotación forestal (sólo hasta hace unos pocos años ha intervenido parcialmente el turismo). 
Merece la pena destacar Albarracín por sus pinturas rupestres postpaleolíticas, realizadas por pueblos ya asentados que datan entre el 6.000 y el 1.500 a.C. Podemos hallas también restos arqueolígicos de épocas posteriores como inscripciones en lengua celtibérica, en Villastar; el broche de oro encontrado en Orihuela, y por supuesto, la gran belleza del paisaje que se adapta perfectamente con su peculiar arquitectura popular. 
Un claro ejemplo lo podemos encontrar en el mismo Albarracín, que todavía conserva los restos de su castillo y sus murallas musulmanas, además de una magnífica catedral y sus preciosos palacios góticos y renacentistas. No podemos dejar a un lado los vistosos conjuntos urbanísticos de Gea, Orihuela, Terriente, Moscardón o Jabaloyas (población que cuenta con el fantástico edificio gótico de la Casa de la Sirena) y, por último, Villel, en cuyo término se alza un castillo templario. Una característica común de los pueblos de la serranía de Albarracín son sus puertas y ventanas cerradas por rejerías finamente trabajadas, además de las galerías con arcos de medio punto que suelen jalonar sus particulares casonas. Cella conserva un acueducto excavado en roca y posee la fachada gótica de su iglesia, sin dejar aparte la casa de los Lanzuela de Cella que data el siglo XVIII, con un soberbio patio y zaguán. 
Del renacimiento se conservan en buen estado las casas consistoriales de Tramacastilla y de Orihuela. También del renacimiento podemos destacar la parroquia de Albarracín, que cuenta con un valiosísimo retablo. Su clima es lógicamente frío, característico de las comarcas de la serranía, sobre todo en la parte occidental (tan sólo 1º C. de temperatura es la media de enero en Bronchales y Orihuela). Sin embargo, la temperatura se torna más suave conforme avanzamos hacia el mediterráneo, entre 4º C. y 6º C. como media en enero.
Los veranos no son excesivamente calurosos. Las precipitaciones varían ente los 500 a los 800 mm. anuales, aunque hay que tener en cuenta el factor de la altitud. La especie que más abunda en esos prados es el pinar de pino silvestre y rodeno, y entre los parajes que más destacan podemos citar algunos como el Rodeno de Albarracín, los puertos de Orihuela y Bronchales (Sierra del Tremedal). Las aguas del Guadalaviar están plagadas de trucha para los aficionados a la pesca. En cuanto a la caza, los aficionados pueden optar por la Reserva Nacional de Caza en los Montes Universales, abundantes en ciervos, venados y jabalíes. Cabe destacar los senderos de gran recorrido (G.R.) que se cruzan y entrecruzan por toda la comarca, uniendo la sierra de Javalambre, Montes Universales, sierra Alta, sierra de Gúdar, etc.

Lugares para visitar

Poblaciones de la comarca