Jiloca.

La zona se encuentra localizada entre las tierras del Jiloca Medio, Campo de Loscos y Cuenca del Gallocanta. La comarca ha sido dilapidada por el cierre de la línea de ferrocarril Caminreal-Calatayud, la azucarera de Santa Eulalia y el cese de las minas de Ojos Negros. A ello se une una pequeña porción de terreno destinada a la agricultura, aunque sí existe un importante sector dedicado a la ganadería, de donde se extrae el conocido "Jamón de Teruel". También es importante señalar que el valle del Jiloca ofrece una gran variedad de recursos naturales y se encuentra repleto de asentamientos de la Edad de Bronce y del Hierro. La zona estuvo poblada por los Titos y los Lobetanos principalmente, marcada por una importante red de comunicaciones que enlazaban Cesaraugusta con Sagunto y con la antigua Bílbilis. Invadida por los musulmanes y recuperada para la cristiandad por Alfonso el Batallador, más tarde, tras la muerte del citado monarca, sus gentes fueron acechadas por las tropas castellanas, sin embargo, durante esta época florecieron las construciones defensivas, una de las mejores conservadas es el castillo situado en las estribaciones de Sierra Menera, en la localidad de Peracense, y los monumentales campanarios fabricados en piedra de sillar. En el transcurso de los siglos XV, XVI y XVII surgieron las torres mudéjares de Olalla, Navarrete, Báguena, etc. Los árabes fueron los responsables de traer a estas tierras el cultivo del azafrán, en consecuencia la zona es concida como el "País del Azafrán". Sin ninguna duda, uno de los más bellos hábitats del país se encuentra localizado en la laguna de Gallocanta y los humerales que rodean a los Ojos del Jiloca; se trata de importantes lugares que atraen la atención de los turistas y espacios naturales protegidos. La Laguna ha sido declarada Refugio de la Fauna Silvestre, en Decreto 69/1995 de 4 de Abril. Es Zona de Especial Protección para las Aves (ZEPA).

Lugares para visitar

Poblaciones de la comarca